El estilo clásico, la vuelta de tuerca al normcore
En cuestión de tendencias, una afirmación categórica hoy puede ser completamente cuestionada mañana. Pero ahora mismo, el mundo de la moda ha dado una vuelta de nuevo. Hemos pasado de looks barrocos, teatrales, con tacones de vértigo y recargados, a (cómo no) pasar a adorar todo lo contrario.
Por eso, estas semanas las calles se llenan de zapatos planos, de pantalones sastre, de camisas blancas y de complementos como diademas. Sí, se lleva volver a ser clásica.
Aunque de primeras parezca más sencillo (al fin y al cabo, ¿quién no ha vestido así alguna vez?) las dificultades siguen estando presentes. Destacar llevando lo mismo que el resto cuesta, a no ser que lo lleves de manera diferente.
¿Te ayudamos a construirlo?
Camiseta blanca.
Ni apliques, ni mensajes, ni nada que se salga de la norma. Si quieres darle un punto más desenfadado a tu look, prueba a comprártela una talla más grande y, siempre meterla siempre por dentro del pantalón.
Pantalones de talle alto.
El revival de principios de siglo empieza a dejarnos pantalones a la cadera pero, en esta ocasión, los de talle alto serán imprescindibles para conseguir esa imagen de “niña bien”. Salirte del clásico negro es opcional, pero abandonar el pitillo es un must.
Bicolor para tus pies.
No podía ser de otra manera. La combinación de beige y negro de las slingback de Chanel sigue representando a la perfección el lujo elegante. Replícalo con la propuesta de Mascaró.
La gabardina beige.
Juega con las tallas y busca una que no se adapte a tu cuerpo. Llévala desabrochada, jugando a mostrar el resto del look. Y, sobre todo, elige una que nunca pase de moda.
El toque final, la diadema.
Si Olivia Palermo la lleva, es tendencia. Y ya es uno de sus accesorios favoritos. Úsala con el pelo pulido para terminar de completar tu look.
La tendencia de moda en 5 claves. ¿Te atreves a llevarla?